Al activar tus músculos, el cuerpo está generando el calor que necesitas formando una fina capa de aire caliente y te aísla de la temperatura exterior. Esto se conoce como Termogénesis aumentada y mantiene la temperatura de nuestro cuerpo en equilibrio.
Esto ocurre todos los días en nuestro cuerpo, y es provocada por una buena sesión de ejercicios, por nuestras actividades diarias o al consumir ciertos tipos de alimentos. Las épocas friolentas promueven y extienden un estímulo adicional con lo cual el organismo obtiene un plus que nos brinda más energía disponible y con la utilización de esta energía, un mayor consumo de calorías durante nuestro entrenamiento, de manera que la reserva energética ubicada en lugares indeseables como vientre, papada, caderas y otros lugares se puede reducir significativamente.
Si pensabas que el frío era motivo suficiente para postergar tu entrenamiento, ahora ya sabes que puede ser tu mejor aliado si quieres mejorar tu figura y ser saludable.
César Fuentes Díaz
Jefe de Entrenamiento
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